lunes, 30 de junio de 2008

domingo, 29 de junio de 2008


Variación de Chocolate amargo y cerezas

lunes, 28 de abril de 2008

Escultura de chocolate "Semana Santa"

Buffet de Semana Santa

Variación de chocolate














De izquierda a derecha:
Chupito espumoso de chocolate blanco
Marquise de chocolate amargo
Arándanos al balsámico con truffa helada y grue
Helado de chocolate

Sopa fría de Naranjas y fresas con helado de yogur griego y crujiente de cítricos

viernes, 28 de marzo de 2008

La pasión por mi profesión

Mi madre siempre fue buena cocinando, pero también se destacaba por los ricos postres, y lo fascinante era, que tenía muchos conocimientos en gastronomía, que era una base que toda mujer alemana poseía, y por ende, en mi casa había un montón de libros de cocina y de pastelería. Mi mamá siempre estaba comprando revistas, por lo que yo crecí rodeándome de ese mundo. Comencé a ayudarle a mi madre en la cocina, algunas veces, hacía ensaladas que inventaba, pero luego empecé a probar algunas recetas dulces de revistas que salían gratis cada semana en "La Tercera" (periódico Chileno), los cuales mis papás encuadernaron, así que teníamos la colección completa. Por supuesto que si elegía alguna receta, no tenía todos los ingredientes en casa, pero los sustituía por otros, o bien simplemente no los sustituía.... pero el resultado siempre fue bueno, y para mí era increíble el producto final.
Sólo tenia 11 años, cuando pensé en que quería estudiar pastelería para cuando fuera grande, y me imaginaba que me gustaría hacerlo en Alemania, por la fama de excelencia que tiene mi país natal en ese ámbito. Mis padres, al principio pensaron que era una cosa más de lo que a uno se le imagina estudiar cuando se es niño, pero con el tiempo fueron dándose cuenta que iba interesándome cada vez más, los fines de semana era fija la elaboración de algo nuevo, y como en mi casa siempre venían mis tíos, primos y amigos, todos comían de mis postres, y nunca percibí de que a alguien no le gustase. Con todo esto comencé a recibir el apoyo incondicional de mis padres, con lo que a los 15 años me regalaron una colección inmensa de libros de repostería, y yo alucinaba. En esa época, ya había entrado a la secundaría en una escuela politécnica en Santiago, en la que me especialicé en la carrera de "Técnico en Alimentos", en la cual tuve muchísimo éxito, logré sacar los 4 años, el mejor promedio de notas, por fin estaba comenzando a acercarme a la base que necesitaba para luego poder irme a estudiar pastelería a Alemania....
Al terminar la carrera en la secundaria, me fui a hacer la práctica profesional, al hotel plaza San Francisco en Santiago, y tuve la gran suerte, que pude quedarme por los 4 meses en pastelería, en la que estaba como chef Marco Figueroa... hoy para mí un gran amigo, un gran pilar para mis comienzos, con él vi los primeros trabajos en azúcar, esculturas en chocolate, y mil cosas más que me hacían alucinar, y me incentivaban a querer luchar por aprender y llegar a ser un gran pastelera. Marco fue una fuerte influencia para mí, una base que me sirvió para descubrir el camino que quería seguir dentro del inmenso campo de la pastelería.
El 21 de Mayo de 1998 me fui a estudiar a Alemania, a la ciudad natal de mi madre, Chemnitz.
No fue fácil el comienzo, la distancia de todo lo que me importaba me deprimió por más de medio año, me constó muchísimo adaptarme. Pero por suerte toda "mi gente" en Chile me dio las fuerzas suficientes para sobrellevar todo lo que estaba viviendo, y comencé a ver mucha más luz en mi camino, con lo que fui tomando más fuerza para así luchar y llegar al final de mi propósito.
Terminé mis estudios con el mejor resultado a nivel regional. Ese logro fue tan satisfactorio, e hizo que me diera cuenta de que el esfuerzo y el camino había sido muy duro, y que había valido la pena tanto sacrificio.
Mientras estudiaba me financié varios cursos en Münich e hice pasantías en Zürich y en Palma de Mallorca, lo que me ayudó aún más a encantarme de mi profesión y a tener mejor base para poder buscar mi primer trabajo como "pastelera" titulada a lo que llegara a Chile.
Me apasiona lo que hago, y estoy super orgullosa de haber luchado tanto por mis sueños.
Lo que hoy soy se lo debo a mucha gente que me ayudó, apoyó y que creyó en mi, partiendo por mis padres, mi familia, mis amigos, Susanne, los dueños de la pastelería en la que estudié y trabajé en Chemnitz, la gente que me abrió las puertas al hacer mis pasantías, y a todas las buenas personas que me extendieron una mano de amistad en Alemania. Sin todos ellos, creo que no hubiese logrado llegar al final de mi camino.
Hoy trabajo con mucha ilusión, fantasía, felicidad y pasión, y es increíble cómo este arte me llena el alma.
Muchas Gracias a todos!!!!